Confianza, seguridad, comodidad o incluso una sorpresa positiva: si ya experimentaste esas sensaciones al contratar un servicio o usar un producto, probablemente fue porque este cumplió o superó tus expectativas. Y si un producto alcanzó ese nivel, es porque tiene calidad.
En el artículo que publicamos aquí en el blog sobre pruebas, destacamos cómo ellas contribuyen de manera decisiva a generar confianza en un producto o servicio. En el desarrollo de aplicaciones, llamamos pruebas a lo que otros sectores industriales ya denominaron inspecciones; no por casualidad, la primera mitad del siglo XX es conocida como la “Era de la Inspección” por los investigadores de la Gestión de la Calidad dentro del campo de la Administración Científica.
La calidad se transformó en el atributo más valorado de un producto o servicio, tanto por la exigencia de los consumidores como por iniciativa de las propias empresas. Cumplir y, si es posible, superar las expectativas de los clientes se volvió una obligación en el contexto de mercados competitivos en todos los sectores.
Por parte de las empresas, la orientación hacia la calidad tiene su historia, y contaremos un poco de ella en este texto, además de destacar cómo la Gestión de la Calidad se aplica en la industria del software. ¡Acompáñanos!
Un poco de historia
Verificar la calidad en la prestación de un servicio o de un producto es una tarea que la humanidad realiza desde hace cientos de años.
La “técnica” más primitiva de verificación de calidad se ejecuta diariamente, y probablemente tú también la repites: Imaginemos una visita al supermercado. Al tomar un producto del estante, ¿inspeccionas su fecha de vencimiento y aspecto antes de colocarlo en la cesta o el carrito? Si el producto está envasado, ¿verificas si el envase tiene daños? Si el empaque es translúcido, ¿miras si el producto en su interior tiene el aspecto adecuado? Si respondiste “sí” a todas las preguntas, entonces inspeccionas un producto.
Esas fueron las primeras prácticas de verificación de calidad adoptadas por las empresas. Desde finales del siglo XIX y a lo largo de casi toda la primera mitad del siglo XX, la inspección se realizaba exactamente de esa forma, sobre una muestra de los artículos que salían al final de la línea de producción.
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial y la disputa por conquistar y asegurar nuevos mercados en un mundo dividido entre dos modos de producción —el capitalista y el socialista—, las empresas occidentales buscaron métodos para garantizar la calidad de todos los productos. Para lograrlo, era necesaria una visión más holística, que considerara:
Planificación y diseño → La calidad es una dimensión que debe contemplarse desde la etapa de planificación, pasando por la construcción del proyecto.
Etapas productivas → La forma de hacer influye en la calidad final del producto o servicio. Todas las actividades productivas deben ser inspeccionadas para garantizar la calidad.
Especificaciones → El proceso productivo debe seguir especificaciones para minimizar errores. Esto incluye procedimientos escritos, mediciones rigurosas del uso de materias primas y una labor estandarizada.
Inspección de calidad independiente → La inspección debe ser realizada por personas independientes y desvinculadas de los equipos de producción, para que las metas de productividad no prevalezcan sobre la verificación de la calidad.
Hoy en día, muchos de estos principios siguen vigentes. Sin embargo, con una regulación estatal más estricta y mercados aún más competitivos, garantizar la calidad ya no era suficiente: la calidad debía ser total.
Fue en este contexto que surgieron las normas internacionales, que exigían que las empresas alcanzaran estándares de calidad para poder ser certificadas. Las más conocidas son las de la International Organization for Standardization (ISO). La famosa norma ISO 9001 se convirtió en el estándar de calidad más reconocido del mundo.
Calidad en el desarrollo de aplicaciones
Así como en otros sectores, la gestión de la calidad se volvió una directriz fundamental en la industria del software. Un evento que llamó la atención sobre la importancia de aplicar estándares de calidad fue la Conferencia de la OTAN sobre Ingeniería de Software, celebrada en 1968.
Nueve años después, con la publicación del libro The Art of Software Testing (en español, El arte de las pruebas en software) de Glenford Myers, el tema se consolidó en la industria. Este libro sigue siendo hoy una referencia en Gestión de la Calidad en el desarrollo de productos digitales.
En un mundo cada vez más digitalizado y en plena Era de la Inteligencia Artificial, la industria del software no solo sigue estándares de calidad: los establece. La búsqueda de la calidad se transformó en un proceso de mejora continua, convirtiéndose en la guía que orienta la actuación de las empresas que están a la vanguardia del desarrollo de sistemas.
Aquí en Inmetrics, trabajamos para garantizar la calidad en todas las fases del ciclo de vida del desarrollo de sistemas, desde la concepción hasta el mantenimiento.
Nuestro método de trabajo elimina los límites entre pruebas, desarrollo y operaciones, para aumentar la velocidad de implementación, reducir el tiempo de lanzamiento al mercado y asegurar el mayor retorno sobre la inversión (ROI) posible.
La calidad es una directriz tan determinante en nuestra actuación que fuimos reconocidos como empresa líder en Continuous Testing en el ISG Provider Lens™ Next-Gen ADM Services Brazil 2022, además de destacar en el cuadrante Product Challenger en Application Quality Assurance.
Este reconocimiento nos certifica como una empresa ampliamente capaz de entregar aplicaciones altamente confiables. Nuestra experiencia en pruebas garantiza calidad en todas las etapas.
Si tu empresa necesita herramientas que, además de enfocarse totalmente en la experiencia del cliente, sean altamente confiables y seguras, ponte en contacto con uno de nuestros especialistas.
Desde el diseño hasta el desarrollo, proyectaremos y construiremos tu aplicación para superar las expectativas y necesidades del usuario.



